¿Purines? ¿Y eso qué es?, os preguntaréis algun@s... Pues purines es como se llaman los líquidos obtenidos por la mezcla y maceración en agua fría de ciertas plantas que tienen determinadas propiedades, para que estas propiedades pasen de la planta al agua. Así podemos utilizarla en beneficio de nuestras plantas.
Una receta de toda la vida para preparar purín de ortigas es:
- 100 gramos de ortigas frescas que cortaremos (con guantes de goma para que no se nos irriten las manos) a principios de primavera porque así no tendrán semillas y no se nos llenarán de ortigas nuestros tiestos, jardín o huerto.
- 1 litro de agua de lluvia (o del grifo, pero que haya reposado 3 días para que se evapore todo el cloro).
Una vez tengamos preparados los ingredientes, sobre un cubo de plástico (no sirve metálico) cortamos las ortigas en trozos, añadimos 1 litro de agua por cada 100 gramos de ortigas y lo dejamos macerando casi tapado en un lugar retirado a la sombra durante 6 días. Una vez al día lo destapamos y removemos bien con un palo. Eso sí, taparos bien la nariz porque huele fatal. A los 6 días colamos el purín y lo mezclamos con agua en las siguientes proporciones:
- Si lo vamos a emplear como insecticida, añadiremos 5 litros de agua por cada 100 cc de purín (ó 50 litros por cada litro de purín) y lo utilizaremos inmediatamente tras cumplirse los 6 días de maceración. Es decir, que para insecticida hay que usarlo inmediatamente, no se puede almacenar porque pierde sus propiedades repelentes.
- Si lo vamos a utilizar como abono, añadiremos 2 litros de agua por cada 100 cc de purín (ó 20 litros por cada litro de purín) y lo podemos almacenar en garrafas bien cerradas que estén en un lugar oscuro y fresco hasta que lo usemos.
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